lunes, 14 de junio de 2010

PRENSA. VÍDEO. Contra la impunidad. Memoria Histórica

En "elpais.com".
"No tuve juicio, ni abogado ni sentencia, mi familia me sigue buscando"

Cineastas, actores, músicos y escritores se meten en la piel de 15 ejecutados en la Guerra Civil y la dictadura

NATALIA JUNQUERA - Madrid - 14/06/2010

Artistas y familiares de víctimas del franquismo han presentado esta mañana un vídeo, realizado por Azucena Rodríguez, en el que 15 escritores, actores y músicos ponen rostros y voz a otros tantos asesinados durante la Guerra Civil.
Pedro Almodóvar interpreta a Virgilio Leret Ruiz, aviador, Jefe de las Fuerzas Aéreas de la Zona Oriental de Marruecos. Fue el primer militar asesinado por sus compañeros sublevados al amanecer del 18 de julio de 1936 en la Base Aérea Militar de Melilla. No tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia. Sus hijas todavía lo están buscando.
Maribel Verdú pone voz a Primitiva Rodríguez, enlace de la guerrilla antifranquista, detenida el 6 de septiembre de 1947. Su sobrino iba con ella y vio cómo dos hombres la forzaban detrás de unos arbustos mientras a él lo alejaban del lugar en una camioneta.
Hugo Silva es José Villalibre Toral, albañil y labrador, miembro de la Sociedad de Trabajadores de la Tierra. El 22 de agosto de 1936 fueron a buscarlo un grupo de falangistas. Se lo llevaron junto a otros vecinos. Lo detuvieron unas horas y después lo asesinaron. Tampoco tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia.
María Galiana recuerda la historia de Balbina Gayo Gutiérrez, maestra republicana, directora de las Escuelas Graduadas de Cangas del Narcea. Fue detenida el 9 de septiembre de 1936 y asesinada al día siguiente. Su marido, Ceferino Farfante Rodríguez, también maestro, fue a preguntar por ella y quedó detenido el mismo día que la asesinaron. Al día siguiente también a él le mataron. Dejaron tres hijas muy pequeñas que todavía los están buscando.
Juan Diego Botto es Santos Valentín Francisco Díaz, herrador, tesorero del Círculo Obrero. Fue detenido en agosto de 1936 y encerrado en un campo de concentración. En octubre de ese mismo año le fusilaron junto a otras seis personas en Villadangos del Páramo (León). Dejó siete hijos, el mayor de 17 años, el menor de 11 meses. Su cuerpo no ha sido recuperado hasta la fecha.
Almudena Grandes se mete en la piel de Granada Garzón de la Hera. El cura de su pueblo la denunció por no estar casada por la Iglesia. Primero la excomulgaron; después, la raptaron y le raparon la cabeza. Fue fusilada con otras 16 mujeres. Después de enterrar sus cuerpos en un lugar desconocido, denunciaron a su marido. También fue ejecutado, como el mayor de sus siete hijos.
José Manuel Seda recuerda a Gerardo González Iglesias, jornalero y militante de la Unión General de Trabajadores. Tenía cuatro hijos. Al comienzo de la guerra se alistó como miliciano. Al caer el frente de Asturias fue detenido y fusilado posteriormente el 5 de marzo de 1938. Fue a parar a una fosa común. Sus hermanos Ángel, de 32 años y Ramón, de 26, también fueron asesinados.
Pilar Bardem habla en nombre de María Álvarez, que durante años ayudó a los guerrilleros antifranquistas. Fue condenada en varias ocasiones a penas de cárcel y destierro. En julio de 1951 fue detenida junto a su hermano Marcelino. A ambos les fue aplicada la ley de fugas y fueron asesinados por un grupo de guardias civiles durante su supuesto traslado.
Juan José Millás es Antonio Parra Ortega, un jornalero de 34 años de la localidad sevillana de Marchena. Frecuentaba la Casa del Pueblo el día que tenía libre de cada quincena. Fue detenido en su casa el 28 de agosto de 1936 y asesinado el 4 de septiembre de ese mismo año en el Camino del Lavadero, junto al cementerio. Tenía dos hijos y dos meses después de que lo asesinaran nació su hija Antonia.
Carmen Machi pone voz a Isabel Picorel. El 26 de agosto de 1936 escapó junto a sus tres hijos de su casa. Alguien la había avisado de que los falangistas iban a detenerla por sus simpatías republicanas y como castigo a su marido, quien, tras el golpe de Estado del 18 de julio, se había unido a las fuerzas democráticas republicanas de Asturias. Al día siguiente de la fuga, Isabel volvió a casa a recoger algunas pertenencias y allí la detuvieron. Fue asesinada junto a otros tres hombres en una cuneta en el municipio de Fresnedo.
Miguel Ríos es Severiano Rivas, alcalde republicano. Fue detenido en 1936 mientras estaba tomando un café. A los dos meses, le pegaron un tiro y abandonaron su cuerpo en los alrededores del cementerio.
Juan Diego es Feliciano Marcos Brasa, de Destriana (León), miembro de las Juventudes Socialistas de su localidad natal e hijo de Higinio Marcos Pérez, presidente de la Sociedad de Trabajadores de la Tierra. A finales de julio de 1936, Feliciano fue secuestrado en su pueblo y torturado, asesinado y enterrado en un paraje alejado varios kilómetros. En octubre de ese mismo año su padre fue también asesinado junto a dos vecinos.
Paco León es Joaquín León Trejo, maestro de escuela en un pueblo de Sevilla. Un alumno le denunció por republicano. Le fusilaron a él y a sus dos hermanos. Su familia y su bisnieto Paco León le siguen buscando.
Aitana Sánchez-Gijón recuerda a Julia Conesa. Trabajaba como cobradora de tranvías y estaba afiliada a las Juventudes Socialistas Unificadas. En mayo de 1939 un conocido de su novio la denunció a la policía. La detuvieron cuando cosía en su casa y la fusilaron el 5 de agosto, con 19 años de edad, con otras doce compañeras. Las llamaron las 13 Rosas. Fueron a parar a una fosa común.
Javier Bardem es Francisco Escribano, cabrero, de 18 años. Le acusaron de haber robado para los del monte dos sacos de garbanzos, una manta, unas tijeras, seis calcetines, seis pañuelos y diez pesetas. Por este crimen fue fusilado el 1 de julio de 1941. En la misma tapia, y por el mismo delito, murieron su padre, dos de sus tíos y uno de sus primos.
Todos los actores han trabajado de forma altruista. La Plataforma Cultura contra la impunidad ha hecho este vídeo "para hacer visibles a las víctimas del franquismo, poner caras y voces reconocibles a los protagonistas de la gran tragedia colectiva cuya memoria no ha sido capaz de asumir el Estado español después de treinta años de democracia".
Actores, actrices, músicos y escritores han querido reivindicar "la vigencia de los valores" que defendieron las víctimas. "La democracia española, edificada de espaldas a su propia tradición, cimentada sobre la mentira de que una guerra civil y cuarenta años de dictadura no son más que una página cualquiera, que puede pasarse sin reflexión y sin amargura, seguirá siendo frágil, dudosa y menor de edad, hasta que no afronte la tarea de elaborar una posición clara y contundente respecto al sangriento, difícil pasado, que sigue marcando su destino y el de incontables familias españolas", aseguran.
"El principal objeto de esta campaña es que sea la última. Que la sociedad civil no tenga que seguir movilizándose para cubrir responsabilidades que sólo deberían corresponder a los poderes públicos", añaden. "No basta con que el Estado español subsane las deficiencias de la ley de Memoria Histórica, ni con que ponga a disposición de los afectados todos los medios legales y materiales precisos para acabar con la vergüenza de las fosas repartidas por el territorio nacional. Exigimos que se ponga en marcha una auténtica política pública en materia de memoria. Que en todos los ámbitos, desde la redacción de los libros de texto hasta los callejeros de pueblos y ciudades, desde los reglamentos de las leyes hasta la representatividad institucional, se manifieste de forma definitiva el reconocimiento de los vínculos históricos de la democracia española".
Sólo así, concluyen, se podrá "subsanar la inmensa deuda moral e histórica" que los españoles tienen aún con una generación "que lo dio todo para conquistar un futuro de paz y libertades".

VÍDEO

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